De Extremos y Otros Demonios
A la gente no le gustan los cambios, ¡así somos!, las nuevas ideas por lo general desatan sospechas y críticas, la mayoría de las veces únicamente por ser nuevas, sin embargo, la pasión y la sed por el conocimiento tienen que ser mayor a nuestros temores.
Esperar a que se aclaren los nublados del día, a seguir con el nadadito de perro que nos ha caracterizado, no es una opción para una sociedad que está ayuna de cambios, que está cansada del ni tan bien ni tan mal, muchos de los que defendían ese letargo, ahora, décadas después, apoyan un cambio, otros -¡lastimosamente!- quieren mantenerse en la mediocridad de avanzar a medias.
No deje que lo engañen: Cuando se trata de políticas económicas y sociales, no existen extremos, únicamente lo que existe son buenas o malas políticas. ¡Tenemos que romper ese paradigma! Un gobierno tiene que favorecer las libertades fundamentales -libertad económica, política y civil- no dirigr las vidas de los gobernados a través de la coerción.
“la única razón por la cual el poder puede utilizarse,
con pleno derecho, contra la voluntad de un individuo de
una sociedad civilizada, es para evitar el daño a terceros”
De buenas y malas políticas
Cualquier conjunto de políticas debe ser contrastado contra sus resultados. Políticas con resultados fatales o mediocres deben ser desechadas, ¡lo que no sirve que no estorbe!
El siguiente gráfico toma el Índice de Libertad Económica calculado por el Instituto Fraser de Canadá y el Índice de Desarrollo Humano calculado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, y les aplica un escalamiento multidimensional (MDS por su siglas en inglés), con el objetivo de mostrar gráficamente las similitudes y diferencias entre los países, medidas a través de estos índices.
Como se puede observar, la técnica del MDS nos presenta grupos de países muy definidos:
- por un lado están la República Democrática del Congo, Nigeria o Myanmar, países caracterizados por bajísima libertad económica y precario desarrollo humano.
- luego viene el grupo de países del ALBA, que comparten el espacio con referencias mundiales de libertad y desarrollo como Siria, Guyana, Zimbabue, Zambia o Tanzania, solo por mencionar algunos países con similitudes en estos indicadores. En los países del ALBA sus líderes políticos aún leen a Marx o Lenin, en los siguientes países, sobre todo en los que están más arriba, los líderes políticos entienden a Marx o Lenin, por esa razón no siguen esas políticas.
- después tenemos a Costa Rica, situada en el centro -¿gritándonos algo?- junto con Nicaragua, Argentina, México, Brasil, Grecia, Colombia, Irán, Honduras, Indonesia, Mongolia, Filipinas, Sudáfrica, Latvia, Moldova, Paraguay, Rusia, Serbia, República Dominicana, entre muchos más, ¡muchos más!, que han escogido eso, el nadadito de perro, y que sus sociedades, como Turquía, gritan desesperadas por un cambio.
- seguidamente tenemos sociedades un poco más libres y más desarrolladas, como el ahora famoso Uruguay, que comparte espacio con Panamá, Italia, Perú y Hungría.
- finalmente, allá en el horizonte, hacia dónde todos deberíamos fijar nuestra mirada, incluso sobrepasando a Chile, están Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Hong Kong, el infame Estados Unidos, Singapur, Dinamarca o Finlandia, solo por mencionar algunos países que están a la cabeza del desarrollo humano y la libertad económica, países caracterizados por la inversión en capital humano, físico y tecnológico; la responsabilidad de sus gobiernos; el respeto de la democracia y de los derechos de las minorías; la transparencia y la eficiencia.
La coyuntura electoral costarricense le ofrece de todos estos colores y sabores: hay Partidos Políticos que comulgan con políticas que nos empobrecerán y sumirán en una mayor desesperación; otras que solo servirán para esperar a que se aclaren los nublados del día, sin garantizarnos que si lo que viene es un diluvio o el mejor verano de los últimos 100 años; y aquellas que aspiran a una justicia social basada en la libertad individual y el derecho a la superación a través del esfuerzo propio.
Recuerde: no hay políticas económicas y sociales extremistas, las hay malas y buenas, las que nos llevan al abismo o a la cumbre, ¡todos tenemos el deber y la responsabilidad de decidir hacia dónde vamos!, no es una decisión sencilla, pero sí se basa en un principio simple, debemos tener el coraje de hacer lo que es moralmente correcto, todos sabemos distinguir el bien del mal.
Corrupción: un problema mundial
La corrupción no es un problema puntual de Costa Rica, la organización Transparencia Internacional lleva un registro de la percepción de corrupción de la mayoría de los países del mundo.
Aplicando la misma técnica de análisis multivariado de datos, el MDS descrito anteriormente, se observa cómo volvemos a grupos de países que son similares en altos niveles de corrupción y poca libertad económica, mientras que hay otros que son similares en niveles medios de estas variables, hasta cerrar con los paraísos como Canadá, Finlandia, Singapur o Nueva Zelanda, donde la libertad económica está acompañada de niveles muy bajos de corrupción.
La historia nos enseña que los peores errores se presentan cuando se subestima la agresión que puedan causar otros, no se exponga a terminar sus últimos días sabiendo que tuvo la oportunidad de hacer algo grande y duradero por Costa Rica, o simplemente lo correcto; la falta de valor, la mediocridad (nadadito de perro) o buscar beneficiarse a través del poder político, no son una buena cabecera para dejar el último suspiro.
¡Por una mayor libertad económica, política y civil para Costa Rica!
Comentarios
Publicar un comentario