Desinflando a Costa Rica
El
concepto de desinflación es bastante
nuevo para la memoria colectiva costarricense, en términos prácticos el último
periodo en que experimentamos algo así fue entre 1995 y 1998, donde las medidas
de inflación pasaron de lecturas cercanas al 25% hasta llegar a niveles del 10%
al final de ese periodo, o sea, el crecimiento del nivel general de precios se desinfló en un
60%.
¿Cómo
podríamos desinflar a Costa Rica? ¡Sencillo! Si el Banco Central quisiera
desinflarnos en un 80% (de 13,5% a 3%), simplemente debería realizar una
expansión de la oferta monetaria congruente con ese 3% de inflación, el cual
según nuestro modelo sería un crecimiento de la cantidad de dinero en
circulación de 5,5%.
Como se
intuye, ¡un proceso desinflacionario consiste en disminuir el crecimiento de
los precios!
Esto es
en lo que nuestro Banco Central ha venido fallando consistentemente en los
últimos 11 años, y peor aún, no solo ha fallado en lograrlo, si no, lo ha hecho
provocando que la inflación experimente una gran volatilidad. Esta en el
periodo comprendido desde 1997 a la actualidad ha fluctuado alrededor de 11,5%,
alcanzando valores entre 8% y 15% (11,5%±3,5%).
Todo
banquero central sabe que la inflación no es un problema en sí mismo si esta es
estable, pero es fácilmente demostrable que la inflación no es estable y que
cuando es alta, como es el caso para Costa Rica, hay mayor inestabilidad
(11,5%±3,5%), la cual genera mayores problemas para los individuos que transan
en esa moneda. De ahí es que se hace necesario un compromiso serio y claro de
la entidad monetaria con el control de la inflación en niveles relativamente bajos (3%±1%).
Cualquier
persona que haya estudiado concienzudamente los principales libros de teoría
monetaria, sabe que en el mediano y largo plazo el crecimiento del nivel de
precios tiene una fuerte influencia de tres variables:
· El crecimiento de la cantidad de dinero en circulación
(conocido como M1): Entre más dinero en circulación más presión sobre los
precios, y viceversa.
·
El crecimiento de la producción real (PIB real): A
mayor crecimiento (negocios y transacciones en general) es de esperar que la
demanda de dinero aumente, eliminando las presiones que los aumentos en la
oferta de dinero tienen en los precios.
· La tasa de interés: Esta constituye el costo del
dinero, ya sea desde la perspectiva del ahorro como desde el consumo o
inversión, entre mayores tasas de interés menos dinero se demandará, haciendo
que las presiones de la oferta de dinero sean mayores en los precios.
De esta
forma, podemos decir que el nivel de inflación (π) de una economía depende positivamente del crecimiento de la
oferta monetaria (λ), negativamente
del crecimiento de la producción (g)
y positivamente de las tasas de interés (i),
o sea, π= π (+λ,-g, +i).
Tratando
de medir esto para la economía costarricense para los últimos 11 años
(Ene/98-Dic/08), podemos llegar a la siguiente ecuación:
π = 0,5421λ – 0,7671dg +
1,3595di
donde :
π es el nivel de inflación.
λ la tasa de crecimiento de la oferta monetaria.
dg es la diferencia entre el
crecimiento del PIB real actual y el de un año atrás.
di es la diferencia entre la tasa de interés
actual y la de un año atrás.
Lo que
nos dice que la tasa de crecimiento de la oferta monetaria (variable en total
control del Banco Central de Costa Rica) ejerce una presión de 50% de su crecimiento
sobre el nivel de precios, es así como el crecimiento de esta variable en este
periodo (20%), implicaría según nuestro modelo una inflación de 10,84%, la cual
converge a la inflación promedio de 11,17% experimentada en el periodo de
estudio.
Respecto
a las demás variables, es de esperar que el crecimiento de la economía alcance
lo que se conoce como un estado de régimen, o sea, que crezca a una tasa
constante a partir de un momento dado, por lo que el promedio de esa variable (dg)
deberá ser cero, así mismo, respecto a las tasas de interés, los principales
modelos señalan que estas varían entorno a un promedio a lo largo del tiempo,
por lo que también la variable di debería experimentar un valor
promedio de cero.
¿Qué
nos dice esto? Simplemente que los problemas (y la vergüenza regional) que la
inflación significa para la mayoría de los costarricenses se debe en gran
medida a nuestro Banco Central, el cual pareciera no estar completamente
comprometido con su control.
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