Educación, Empleo y Riqueza

“En la vida no hay premios ni castigos, sino consecuencias”
Robert Green Ingersoll

Las personas pobres tienen más problemas para encontrar empleo que una persona no pobre, esto se debe a que por lo general las habilidades y conocimientos de estas personas son más reducidos con relación al de las personas no pobres, o sea, los pobres tienden a dar menos valor al proceso productivo cuando se les emplea, por lo que son preferidas personas con mayores conocimientos, habilidades y destrezas respecto a un proceso productivo en particular.

Por ejemplo, si tenemos que escoger para un trabajo que gana el salario mínimo entre Juan, quien es pobre, con escasa educación formal y se ha dedicado prácticamente toda su vida laboral a trabajos operativos poco elaborados; y Pablo, quién es de clase media, finalizó su bachiller en educación media, ha llevado algunos cursos universitarios, y además tiene experiencia en trabajos técnicos que han pulido su talento, la elección entre ambos resulta bastante sencilla.


Educación y Empleo

Hay que tener presente que el 67% de las empresas cotizantes en nuestro país son microempresas (5 o menos trabajadores), y que 26% son empresas pequeñas (entre 6 y 29 trabajadores), ¿qué quiere decir esto? ¡que el 93% de las empresas cotizantes conocen muy bien a sus trabajadores!, su talento y sus falencias, por lo que resulta relativamente fácil determinar quién aporta más a la empresa. Cuando esto sucede, las personas con menos habilidades y conocimientos resultan desplazadas.

Las cifras del INEC son claras al respecto, en Costa Rica del total de personas que trabajan (1.970.694 personas), el 10% no han siquiera terminado la Escuela, el 29% solamente tiene la educación primaria completa, el 22% no han terminado el Colegio (educación secundaria incompleta), y solamente 13% de estas personas ha finalizado el Colegio. Estos cuatro grupos representan el 73% del total de las personas empleadas.

No es de extrañar que el desempleo para las personas con educación universitaria incompleta sea del 6.8% y para los que han terminado la universidad sea solo del 6.3%, lo que contrasta con las cifras de desempleo de aquellas personas no han terminado el Colegio, donde el nivel de desempleo llega a 12.2%, mientras que para los que no han terminado la Escuela, el desempleo es de 11.4%.

La conclusión de estas cifras es contundente, entre mayor educación mayores serán las posibilidades de tener un empleo.


Empleo y Riqueza

Es bastante claro que la mayoría de nosotros depende de sus ingresos para vivir, y que la principal fuente de ingresos proviene del trabajo, por lo que si no hay trabajo, no hay ingresos y por lo tanto se cae en la pobreza.

En Costa Rica, según el INEC, hay 336.997 personas en pobreza extrema (no tienen ingresos suficientes para cubrir sus necesidades alimentarias básicas), y hay otras 761.380 en pobreza (si pueden cubrir sus necesidades alimentarias pero no pueden atender sus necesidades básicas no alimentarias).

De la misma forma, las cifras del INEC muestran que el desempleo de las personas no pobres es apenas de 5.3%, mientras que para las personas pobres que no están en pobreza extrema es de 15.9%, y para los que están en pobreza extrema es de 35.9%. Así mismo, el 64% de las personas no pobres participan en el mercado laboral, mientras que solamente el 46% de las personas pobres lo hacen, o sea, el mercado laboral tiende a utilizar menos personas pobres en el proceso productivo con relación a las no pobres.

Esto corrobora la afirmación inicial de que las personas pobres tienen más problemas para encontrar empleo que una persona no pobre.


Solución de corto

Es claro que el proceso para mejorar la educación de estos grupos es lento, por lo que constituye una de las soluciones de largo plazo a este problema. El Estado, a través de sus políticas sociales, invierte en posibilidades reales en educación básica y técnica para la población.

Sin embargo, en no pocos casos las personas pobres no tienen la capacidad económica para aprovechar esas posibilidades: son pobres porque tienen pocas oportunidades de empleo, no tienen empleo porque tienen bajos niveles de educación, son poco educados porque no tienen las posibilidades económicas de educarse, son pobres porque tienen pocas oportunidades de empleo … ¿cómo ponerle fin a este ciclo para transformarlo en uno de educación → empleo → riqueza → educación → empleo → riqueza …?


Para responder esto volvamos a nuestro ejemplo inicial, donde escogimos a Pablo en lugar de Juan. En ese ejemplo, no discutimos las labores que se iban a realizar. Hay labores que están más valoradas que otras, por ejemplo, no tiene el mismo impacto en una empresa barrer o hacer café, que realizar un cierre contable, encargarse del pago de planillas, o vender el producto que fabrica la empresa, ¡sí!, todas las labores tienen un valor para la empresa, no tienen el mismo impacto las labores operarias a las técnicas, o a las de ventas o a las de dirección, cada una se valora y se paga diferente.

Como señalamos inicialmente, las personas pobres tienen menores conocimientos, habilidades y destrezas respecto a procesos productivos en particular, en Costa Rica se identifican como trabajadores no calificados. Cualquier empresa que los contrate tendrá que pagarles el salario mínimo, y el principal problema radica ahí, en el costo que implica contratarlos para una empresa con relación al valor que generan las labores que realizan estas personas.

Según las mismas cifras del INEC, un hogar en pobreza no extrema está integrado por 4 (3.92) personas, de las cuales trabaja solamente una (1.23), de igual forma ocurre para los hogares en pobreza extrema (3.92 y 1.12), con la diferencia de que el ingreso por hogar para el primer caso es de ¢257.814, mientras que un hogar en pobreza extrema es de ¢90.012. Recordemos nuevamente las consecuencias, menos educación, menos empleo, menos riqueza, lo que claramente empeora a niveles más bajos de estos tres factores.

De acuerdo al INEC los límites de extrema pobreza y total a Ago/12 eran de ¢41.454 y ¢88.331, esto implica que, para el número de personas por hogar, son necesarios ingresos por hogar de ¢162.476 para salir de pobreza extrema y ¢346.039 para salir de la pobreza.

Un salario mínimo diferenciado para este tipo de personas de ¢162.476 (utilizando los números de Ago/12), aumentaría la disponibilidad a contratar de las empresas, y por cada persona contratada, estarían saliendo 3.5 personas de pobreza extrema. Creando 97.000 empleos de este tipo se eliminaría la pobreza extrema en Costa Rica.



El punto de fondo para esta solución de corto plazo es crear oportunidades para que disminuya el desempleo entre las personas pobres, y lo que las estadísiticas señalan, junto con la lógica económica, es que dados los conocimientos, habilidades y destrezas de estas personas, en conjunto con los costos que tienen los empresarios al contratarlos, el ciclo de educación → empleo → riqueza distará de presentarse pronto para esta población. La definición de un salario mínimo diferenciado para estas personas es necesaria, de caso contrario, el resultado seguirá siendo el mismo, los ingresos de un empleo son los que determinarán si estas personas salen de la pobreza o en caso contrario la perpetuarán, como ha ocurrido en los últimos 20 años.

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