Dinero de piedra y el financiamiento del banco central
Hace cuatro meses habíamos
hablado en el artículo “Inflación y crecimiento económico” sobre las implicaciones
que tenía para las diferentes medidas de inflación el crecimiento de una economía.
En sí, habíamos comentado como el mayor crecimiento de nuestra economía hacía
disminuir las estimaciones de inflación, en este aspecto ahondaremos un poco
más.
Sin duda alguna hemos visto como la inflación, medida a través del índice de precios al consumidor, ha disminuido fuertemente en el año recién finalizado. En el último trimestre del año 2005 el promedio de inflación había sido de 14,07%, mientras que para el año 2006 este fue de 9,65%, o sea, el promedio de inflación en estos periodos disminuyó poco menos de 4,5%.
Esta situación si se compara con las disminuciones que también experimentaron las economías de América Central, y a nivel internacional en general, constata como se ha dado una dinámica adicional en la economía costarricense que ha conducido a una mayor disminución en dichas medidas de inflación en nuestro país.
En términos generales, la inflación se puede atribuir a que la cantidad de dinero que circula en la economía crece a una tasa mayor a la que esa misma economía está creciendo.
Uno de las principales razones de existir del dinero es que indudablemente facilita realizar las transacciones que todos los días realizamos, o sea, mejora la eficiencia del sistema económico con relación a otros medios de pago.
Sin duda alguna hemos visto como la inflación, medida a través del índice de precios al consumidor, ha disminuido fuertemente en el año recién finalizado. En el último trimestre del año 2005 el promedio de inflación había sido de 14,07%, mientras que para el año 2006 este fue de 9,65%, o sea, el promedio de inflación en estos periodos disminuyó poco menos de 4,5%.
Esta situación si se compara con las disminuciones que también experimentaron las economías de América Central, y a nivel internacional en general, constata como se ha dado una dinámica adicional en la economía costarricense que ha conducido a una mayor disminución en dichas medidas de inflación en nuestro país.
En términos generales, la inflación se puede atribuir a que la cantidad de dinero que circula en la economía crece a una tasa mayor a la que esa misma economía está creciendo.
Uno de las principales razones de existir del dinero es que indudablemente facilita realizar las transacciones que todos los días realizamos, o sea, mejora la eficiencia del sistema económico con relación a otros medios de pago.
Un ejemplo clásico de esto
se encuentra en la isla de Yap, donde los aborígenes de esa isla utilizaban
como dinero monedas de piedra llamadas Fei. Estos eran discos de
alrededor de un metro de diámetro, con un orificio en su centro de unos treinta
centímetros, hechas de piedra caliza que se encuentra en otra isla a unos 650 Km. de
distancia, y dicho sea de paso, pesaban cientos de kilogramos. Por lo general, estas
se transportan a Yap en canoas y balsas de algunos intrépidos navegantes
nativos, su valor residía principalmente en el trabajo y la técnica utilizada
para tallarlas.
Claramente hacer negocios utilizando como medio de pago estas monedas era posible, sin embargo, el intercambio de las mismas era sumamente engorroso, incluso sucedía que estas no cambiaban de ubicación física, únicamente se les ponía una marca y permanecían donde su antiguo dueño, hasta se llegó a negociar con aquellas que por accidentes en su transporte yacían en el fondo del mar.
Actualmente usamos como medio para facilitar las transacciones el dinero fiduciario, que no tiene ningún respaldo en su valor implícito o con un valor implícito muy bajo, como los actuales billetes que podrían tener un costo no mayor a los ¢25,00.
Siguiendo este razonamiento es fácil intuir que entre más transacciones realicemos, mayor será la cantidad de dinero que vamos a necesitar para efectuarlas, o sea, entre más crezcan nuestros negocios (crecimiento de la economía), más dinero vamos a demandar (mayor demanda de dinero).
En nuestro país el crecimiento de la economía en el último año a Set/06 fue de 7,62%, cifra 2,29% mayor a la experimentada en igual periodo a Set/05 (5,33%). Este crecimiento ha permitido que el banco central pueda emitir más dinero a la economía sin que este presione la inflación al alza, significándole una cantidad adicional de recursos a su vez.
Por ejemplo, en el 2006 la cantidad de dinero que salió a circular a la economía costarricense fue de ¢154.530,3 millones, cantidad 15% superior a los ¢134.881,5 millones que el banco central puso a circular durante el año 2005. Con esto, si tomáramos un costo de 2,5% para la impresión y acuñación de dinero, tendríamos que al cierre del año 2006 el banco central tuvo ingresos por alrededor de ¢150.000 millones por el solo hecho de imprimir el dinero que la mayoría utilizamos.
Los costos de transportar el dinero en la isla de Yap hicieron que actualmente en esa isla se utilice el dólar americano como moneda. En nuestro caso, el costo de mantener el colón –inflación cercana al 9,5%- ya ha hecho que cerca de la mitad de nuestra economía utilice como moneda el dólar, si estos costos siguen siendo altos ¿habrá alguna diferencia entre la decisión tomada en Yap a la que deberíamos tomar en Costa Rica? …¡NO!
Claramente hacer negocios utilizando como medio de pago estas monedas era posible, sin embargo, el intercambio de las mismas era sumamente engorroso, incluso sucedía que estas no cambiaban de ubicación física, únicamente se les ponía una marca y permanecían donde su antiguo dueño, hasta se llegó a negociar con aquellas que por accidentes en su transporte yacían en el fondo del mar.
Actualmente usamos como medio para facilitar las transacciones el dinero fiduciario, que no tiene ningún respaldo en su valor implícito o con un valor implícito muy bajo, como los actuales billetes que podrían tener un costo no mayor a los ¢25,00.
Siguiendo este razonamiento es fácil intuir que entre más transacciones realicemos, mayor será la cantidad de dinero que vamos a necesitar para efectuarlas, o sea, entre más crezcan nuestros negocios (crecimiento de la economía), más dinero vamos a demandar (mayor demanda de dinero).
En nuestro país el crecimiento de la economía en el último año a Set/06 fue de 7,62%, cifra 2,29% mayor a la experimentada en igual periodo a Set/05 (5,33%). Este crecimiento ha permitido que el banco central pueda emitir más dinero a la economía sin que este presione la inflación al alza, significándole una cantidad adicional de recursos a su vez.
Por ejemplo, en el 2006 la cantidad de dinero que salió a circular a la economía costarricense fue de ¢154.530,3 millones, cantidad 15% superior a los ¢134.881,5 millones que el banco central puso a circular durante el año 2005. Con esto, si tomáramos un costo de 2,5% para la impresión y acuñación de dinero, tendríamos que al cierre del año 2006 el banco central tuvo ingresos por alrededor de ¢150.000 millones por el solo hecho de imprimir el dinero que la mayoría utilizamos.
Los costos de transportar el dinero en la isla de Yap hicieron que actualmente en esa isla se utilice el dólar americano como moneda. En nuestro caso, el costo de mantener el colón –inflación cercana al 9,5%- ya ha hecho que cerca de la mitad de nuestra economía utilice como moneda el dólar, si estos costos siguen siendo altos ¿habrá alguna diferencia entre la decisión tomada en Yap a la que deberíamos tomar en Costa Rica? …¡NO!
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