Un mercado OTC para Costa Rica
Los
mercados extrabursátiles, u Over The Counter (OTC), funcionan entre grandes
inversionistas institucionales, puestos de bolsa y corredores, a través de la
negociación directa entre las partes, fuera de los mercados organizados, por
medio de llamadas telefónicas, servicios de mensajería especializados, u algún
otro medio informático que permite la negociación directa entre las partes.
En nuestro país inversionistas institucionales como Bancos, Puestos de Bolsa, Sociedades Administradoras de Fondos de Inversión, Operadoras de Pensiones Complementarias, Aseguradoras, entre otros, son candidatos potenciales a participantes en este tipo de mercado.
Recientemente el periodista +Sergio Morales preparó el artículo "Propuesta para crear un mercado OTC aún genera dudas" para +El Financiero, donde se resalta que este tipo de organización de mercado ha sido sugerido como parte de los esfuerzos para el desarrollo del mercado de valores costarricense.
Si bien es cierto que la mayoría de la renta fija soberana y corporativa se
negocia a través de mercados OTC, desde hace más de una década FINRA (Financial Industry Regulatory
Authority) ha impulsado el programa TRACE para consolidar la información
transaccional para un grupo de bonos determinado, esto con el objetivo de
mejorar la calidad de la información que presentan estos mercados, la cual, hay
que decirlo, es poco transparente, escasa y crea ineficiencias (costos adicionales en búsqueda de información, contrapartes y diferenciales de precio) a los
inversionistas.
En sí, los mercados OTC son mercados oscuros, implican riesgos importantes, tanto por la poca información como por la misma formación de precios. Por lo general, los inversionistas están expuestos a diferenciales de compra y venta altos, potenciado por el riesgo de liquidez. En sí, son mercados diferenciados para inversionistas con conocimiento de la operativa de los mismos.
La sistematización de la operativa de los mercados de renta
fija podría decirse que es un esfuerzo que se ha venido gestando en otras
plazas, incluso en Costa Rica esa es la forma de operar, a través de plataformas tecnológicas que recolectan la información de cada operación realizada. Girar hacia un mercado OTC pareciera ser dar un paso atrás, retroceder en uno de los pocos campos en que tenemos un avance relativo.
La sistematización en otras plazas ha enfrentado resistencia ya que existen incentivos perversos para que los participantes no
la implementen. Estamos en la era de la economía de la información, por lo que el acceso
privilegiado a la misma genera rentas diferencias en las plazas en las se opera
a través de mercados OTC.
Incluso, una de las principales bases detrás de este tipo de
organización de mercados son los creadores de mercado, figura que en nuestro
país no se implementó con éxito y desaparecieron en medio de la Gran
Recesión. Esto implícitamente conlleva la necesidad de un mercado líquido y
profundo. Las características de nuestro mercado hacen pensar que también retrocederíamos en cuanto a formación de precios.
¿Qué está detrás de esta propuesta? Probablemente es una forma de abrir la negociación directa entre inversionistas institucionales sin la necesidad de pasar por un Puesto de Bolsa, algo que podría estar justificado en que para este tipo de inversionistas el valor agregado que generan los Puestos de Bolsa es muy bajo, algo que incluso ya está contemplado en las bajas comisiones que pagan estos inversionistas.
El paso hacia la apertura del mercado para los inversionistas institucionales es algo inevitable, la forma en que se haga puede mejorar o empeorar el desarrollo del mercado bursátil costarricense, todo parece indicar que hacerlo a través de mercados OTC viene más en esta segunda línea de acción.
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