El euro: ¿para dónde va?


El ajuste a la baja que ha experimentado el Euro en poco más de un mes alcanza ya el 8,50%. ¿Qué se puede esperar ahora que el dólar está ganando terreno frente al euro? ¿Es esto una nueva tendencia o simplemente es un movimiento de corto plazo? ¿Un respiro en la apreciación del Euro? Estas, entre muchas otras, son las principales preguntas que muchos inversionistas se están -o están- haciendo.

Las monedas guardan una relación muy cercana con las expectativas de tasas de interés, al igual que lo hacen la mayoría de los instrumentos de renta fija. Es así como estas se “mueven” previendo cambios en los diferenciales de tasas de interés entre diferentes monedas.

¿Cómo funciona esto? Pues bien, cuando las expectativas de tasas de interés son bajas en alguna economía en particular se presentan fugas de capital hacia otras con tasas mayores, esto por dos razones principalmente:
  • Bajas tasas de interés se asocian a periodos de desaceleración económica, donde las principales empresas experimentan periodos de bajos dividendos.
  • El rendimiento de los instrumentos de renta fija se hace menos atractivo con relación al de otras economías, además, la capacidad de pago de algunos emisores se puede ver afectada negativamente por los problemas que eventualmente podría experimentar dicha economía.
Esto hace que el tipo de cambio de las economías con expectativas de rendimientos bajos se empiece a depreciar, ya que las salidas de capital presionan el tipo de cambio al alza.

Respecto al tipo de cambio Dólar/Euro específicamente, lo que está ocurriendo es precisamente un ajuste en las expectativas respecto a los diferenciales de tasas de interés, o sea, la diferencia entre los rendimientos exhibidos por instrumentos en euros contra sus similares en dólares.

Es así como las expectativas de tasas en euros son dovish, o sea, hacia la baja, donde están predominando más las preocupaciones sobre la actividad económica que sobre la inflación. Situación que podemos constatar con la preocupación sobre el crecimiento económico que están experimentando Alemania, España y Francia.

Todo esto sucede mientras que en los Estados Unidos, el sentimiento es hawkish, o sea, las expectativas de tasas de interés son al alza, tanto por el problema inflacionario como por las mismas distorsiones que ocasionan (y ocasionaron) periodos de tasas de interés bajas.

Esta combinación de expectativas, tasas en dólares hacia el alza más tasas en euros a la baja, hace prever que estamos viendo una nueva tendencia en la relación Dólar/Euro, en la cual este tipo de cambio debería continuar su descenso, o sea, que se produzca una apreciación del dólar frente al euro.

De mantenerse las actuales expectativas de tasas de interés en euros y en dólares, sería de esperar que el tipo de cambio Dólar/Euro logre ubicarse para finales del presente año entre 1,40 y 1,35.

Considerando esto, existen muchos ETFs (Exchange Traded Funds) que replican tanto directa como inversamente el tipo de cambio Dólar/Euro, por lo que se pueden tomar posiciones largas o cortas, respectivamente, en estos intrumentos para aprovechar esta nueva coyuntura.

Como en toda tendencia, el ajuste no va a ser en forma lineal, por lo que se pueden aprovechar los “respiros” que dé el euro en este nuevo camino, para obtener así mayores ganancias.

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