It's Short Time!
Esto no es una parte de esa canción que posiblemente
todavía se escucha en algunas playas, a propósito de que algunos disfrutaron ya
vacaciones a medio año, esto es un asunto muy serio, se trata del “short
selling” o ventas en corto.
Una venta en corto es un mecanismo que permite a los
inversionistas realizar ganancias cuando el precio de algún subyacente cae,
¡sí!, así como lo lee, muchos inversionistas se benefician tanto cuando los
mercados van al alza como cuando van a la baja.
La noción básica de comprar cuando un subyacente va a
subir de precio para luego venderlo a un precio mayor, es la forma más
comúnmente utilizada en la mayoría de los mercados de bienes, la cual también
se extiende al mercado de activos (bonos, acciones, entre otros).
Cambiemos el panorama un poco, como haría usted para
ganar dinero si analiza y llega a la conclusión de que, por ejemplo, va a caer
el precio de un saco de arroz. Hagamos esto más fácil aún, usted tiene un amigo
que tiene ya comprado y almacenado todo el arroz que se va a comer en un año,
¿qué pasaría si usted le pide prestado hoy un saco –o 20 si es que su amigo
consume mucho de este bien- y lo vende al precio actual, luego, dentro de un
tiempo, cuando ya el precio se ajustó a la baja, compra un saco de arroz y
honra el préstamo que le concedió su amigo? Simplemente, realizó una ganancia
en el monto en que cayó el precio del saco de arroz. ¿Sencillo verdad?, con
esta misma facilidad usted puede realizar este tipo de transacciones con casi
todos los instrumentos que se negocian en los mercados internacionales.
Y véalo bien, la premisa básica de comprar barato y
vender caro se mantiene, lo que estamos cambiando es el orden cronológico en
que lo hacemos, lo normal es comprar y luego vender, pero con el short selling
puedo vender y luego comprar, a más de uno le parecerá algo muy cercano a un
viaje en el tiempo, pero créanlo, es simplemente aprovechar al máximo las
condiciones del mercado.
Uno de los principales aspectos a favor de este tipo de
mecanismo, es que permite que los precios se ajusten más fácil y rápidamente,
mejorando la información que estos dan a la vez que se aclaran más
eficientemente los mercados, haciéndolos más transparentes y rentables. Esto
por una sencilla y mezquina razón, si solo podemos ganar dinero cuando los
precios aumentan, la mayoría de los participantes están incentivados a tratar
–a toda costa en algunos casos- de mantener los precios, aunque ellos mismos
estén al tanto de que los mismos no reflejan el valor de mercado que deberían
tener, o sea, si no existe short selling en un mercado, hay incentivos
“perversos” que hacen que ese mercado no sea tan eficiente y rentable como lo
podría ser.
Lastimosamente, este es el caso del mercado
costarricense, pero con solo un poco de voluntad y unos pequeños cambios
podríamos hacer del nuestro un mercado de valores mucho más desarrollado.
Actualmente ya nuestro mercado cuenta con
participantes que permitirían realizar el short selling, o sea, aquellos que
podrían prestar los bonos o acciones.
Estos serían aquellos inversionistas que compran estos
títulos valores y los mantienen hasta el vencimiento, tal es el caso de los
fondos de pensión, aseguradoras, fondos de inversión de largo plazo,
inversionistas institucionales, entre algunos otros. ¿Dónde está el incentivo
para que estos participantes presten sus títulos? Pues bien, como ellos no son
tan amigos como el que nos prestó el saco de arroz, deberíamos entonces
pagarles un rendimiento extra por prestarnos los títulos, lo cual mejoraría el
rendimiento de sus carteras.
Imagínese esto, además de ganar dinero con las ventas
en corto que estamos realizando, estamos aumentando el rendimiento de las
carteras de quienes nos prestaron los títulos, o sea, no podríamos estar en una
mejor situación.
Entre muchos de los aspectos a considerar para
introducir este mecanismo en Costa Rica, está inicialmente que los custodios
implementen las cláusulas de préstamo de valores en sus contratos, además de
que el Gobierno y el Banco Central -principales emisores- coloquen instrumentos
con cupones bajos, menores al 5% en el mejor de los casos.
Esto último se debe a que dado que la mayoría de
instrumentos que se transan en el mercado tico son bonos, al realizar un corto
con uno de estos, yo tengo que devolverlo al final de la operación con los
intereses que ha generado, así, el cupón constituye parte del costo financiero
de realizar el corto, por lo que a menores costos mayores van a ser las
ganancias, claro está.
El short selling es un excelente mecanismo para
aclarar los mercados, pero eso no quiere decir que no se pueda perder dinero al
realizarlo, aplica el mismo principio, si creo que el precio va a caer y en
lugar de eso sube, voy a incurrir en pérdidas si realizo la compra a ese precio
más alto. Así que cuidado, pero esperemos eso si poder “shortear"
próximamente en nuestro mercado.
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