¿En qué moneda endeudarme?

El buen momento que atraviesa la economía costarricense en muchos casos se ha traducido en una mejora en el bienestar de cada uno de nosotros, o en términos más sencillos, al disponer de más recursos –entiéndase dinero o una mejor capacidad de pago- queremos realizar algunos cambios en los bienes y servicios que consumimos, ¿o no es para eso que todos trabajamos?... ¡el bienestar está en el consumo!


Esto también aplica para aquellas empresas que al observar una mayor demanda de sus productos, derivada del mismo crecimiento de la economía, deciden que es hora de aumentar su capacidad de producción, por lo que necesitan –en algunos casos- pedir capital prestado.


Para los individuos estas decisiones se pueden comparar con una decisión de inversión de una empresa, cada cual compra o consume aquellos bienes y servicios que le son más favorables con relación a otros que también puede comprar.
Dependiendo del monto invertido – o gastado, como se quiera ver- podemos darnos el lujo de ser algo impulsivos, pero en algunos casos este no es el correcto proceder. Para estos, donde duraremos algunos años en saldar las compras realizadas, cabe efectuar un análisis de los diferentes escenarios que podríamos afrontar.
Variables -sin querer ser exhaustivo- como el plazo y prima de la operación, la tasa de interés y las comisiones que me cobran, la figura del endeudamiento –préstamo normal o leasing, la moneda en la que debo cancelar, entre algunas otras más, son claves a la hora de tomar la decisión de endeudarse.
El plazo y la prima de la operación en la mayoría de los casos son negociables, por lo que es cuestión de equiparar las opciones en consideración. Las comparaciones entre tasas de interés y comisiones son bastante simples, ¡entre menores sean, mejor! Cuando existe la posibilidad de elegir la figura de endeudamiento, en algunos casos el leasing permite menores pagos por concepto de la póliza de seguro, que en ocasiones constituye un aspecto fundamental a la hora de tomar la decisión de inversión.
Ahora bien, con relación a la moneda hay versiones encontradas. Algunos asesores basados en un análisis presuroso -¿tal vez irresponsable?- salen a recitar la vieja premisa: “si ganás en tal moneda, endeudáte en esa misma”.






Eso es cierto a medias, y a veces la otra mitad es fundamental, más cuando los números dan importantes ganancias o altas primas por el riesgo asumido, o mejor sea dicho por la incertidumbre asumida.
Al respecto decía un filósofo, político y economista inglés allá por 1858 que en las ciencias sociales, a diferencia de las exactas, la parte falsa importa. Este es un precepto que deberíamos tener siempre presente.
Enfoquémonos entonces en esa parte falsa del consejo de endeudamiento.
Pensemos que la compra que planea realizar es por unos ₡51.900.000, o su equivalente en dólares de US$100.000. Actualmente usted puede acceder a préstamos en dólares a una tasa de 7%, mientras que en colones lo puede hacer –con algo de suerte- a un 9%. Si el plazo de la operación es de 20 años, bajo esas condiciones usted pagaría por el préstamo en dólares unos US$775, contra alrededor de ₡466.958 (unos US$900).
Ahora tenemos ya una prima de US$125 o ₡64.578 por el solo hecho de endeudarme en dólares. Esta prima cada uno la valorará y determinará si es o no atractiva. Cabe mencionar que esta equivale a un tipo de cambio de ₡602 por dólar, que se puede interpretar que usted valora que eventualmente el tipo de cambio actual podría llegar a ese valor, el cual es muy poco probable, por no decir imposible, en el corto plazo (de uno a dos años).
Ahora bien, si consideramos las actuales presiones a la apreciación del tipo de cambio, he imaginamos que el banco central por ejemplo cambia el piso de la banda para que disminuya digamos 3 céntimos diarios, esto haría que en el plazo de un año, solo por ese cambio en el piso, la dinámica cambiaria nos habría pagado un 1,5% de nuestra deuda, si es que consolidamos en colones.
Sin duda alguna todas estas decisiones son completamente subjetivas, cada quién valora el riesgo o la incertidumbre asumida de diferente forma, y dada esa valoración optará por una u otra moneda. Está en cada uno de nosotros valorar esas primas cabalmente antes de tomar la decisión final.

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