El maravilloso Mago de Oz


El maravilloso Mago de Oz, o El Mago de Oz como también es conocido, el cuento infantil escrito por Lyman Frank Baum en 1900, ha sido analizado por literatos, historiadores y economistas, entre muchos otros.
Entre estos últimos, unos alegan que el cuento para niños es más que eso y aluden que es una alegoría que expone las ideas de los populistas, de finales de siglo XIX, donde estos defienden el bimetalismo. Otros por su parte, encuentran esta alegoría tan maravillosa y ficticia como el mismo cuento, sin embargo, consideran la interpretación alegórica como un valioso instrumento pedagógico.
La propuesta del bimetalismo se basaba en que la emisión de dinero debía no solo estar respaldada con oro, como se hacía hasta entonces, si no, que también se podía incorporar el mineral plata como respaldo a las emisiones de dinero. En sí, era un debate sobre la libre acuñación de plata.
Como algunos recordarán la historia se centra en que Dorothy, una niña que vive con sus tíos en las praderas de Kansas, es llevada por un tornado junto con su perrito Toto al territorio de los Munchkins. Ahí la niña salva a un espantapájaros, personaje que será su primer acompañante, junto al León Cobarde y al Leñador de Hojalata.
Este singular grupo deberá atravesar la tierra de los Kalidahs, el campo de las amapolas venenosas, el castillo de la Bruja Malvada, y otros caminos más hasta llegar a la tierra de Oz, donde el Mago del lugar se supondría les iba ayudar a encontrar lo que andaban buscando: cerebro o sentido común (Espantapájaros), un corazón o ternura (Leñador de Hojalata), valor (el León Cobarde) y el camino a casa (Dorothy).
Para llegar a la tierra de Oz, Dorothy tuvo que vencer a la malvada bruja del este, liberando además a los Munchkins, a quienes esta bruja tenía atemorizados. Con las zapatillas de plata de la bruja sale volando sobre el camino de ladrillos amarillos a la Ciudad de esmeralda -al centro del País de Oz, donde ellos encuentran al Mago.
Este parece poderoso, pues ha mantenido a raya a las Brujas del Este y del Oeste, sin embargo, el mago no puede ayudarles a ninguno de ellos y por el contrario todos descubren que poseían lo que andaban buscando. En el caso de Dorothy, ella encuentra el camino a casa, pero no siguiendo el camino de ladrillos amarillos, si no, por medio del poder mágico de sus zapatillas de plata.
La alegoría sobre la política monetaria de Estados Unidos de finales del siglo XIX se basa en que entre 1880 y 1896 el nivel de precios de la economía estadounidense experimentó una disminución de 23%, o sea, una inflación negativa o deflación.
Este hecho provocó una fuerte redistribución de riqueza desde aquellas personas que mantenían deudas hacia a aquellos que les habían prestado dinero. Como no se esperaba, la mayoría de los agricultores del oeste estadounidense -que eran deudores- sufrieron un aumento del valor real de las deudas que mantenían con los bancos.
Esto hizo que los políticos populistas de entonces plantearan como solución la libre acuñación de plata, permitiendo así que se utilizara como dinero tanto el oro como la plata. Ellos argumentaban que esto permitiría que hubiera más liquidez en la economía, lo que presionaría los precios hacía arriba disminuyendo así la carga real de las deudas de los agricultores.
A pesar que esto es correcto, la teoría monetaria moderna argumenta que el dinero en circulación de una economía no debe estar respaldado por plata u oro, si no, únicamente por la producción que realicen las personas con sus habilidades y recursos.
Los debates en relación a la libre acuñación de plata fueron muy fuertes y acalorados, también demarcaron sensiblemente la política monetaria de finales del siglo XIX.
Entre los más destacados defensores de la libre acuñación de plata estaba William Jennings Bryan, quién fue candidato a la presidencia en 1896 por el partido demócrata.
La intervención más famosa de Bryan fue en 1896, cuando en la Convención Demócrata Nacional dijo estas palabras: “No coloquen sobre la frente del trabajo esta corona de espinas, no crucifiquen a la humanidad en una cruz de oro”.
A pesar del poético discurso de política monetaria dado por Bryan, este perdió las elecciones frente al candidato republicano William McKinley, situación que permitió mantener el patrón oro en los Estados Unidos. Bryan también participó en las elecciones de 1900 nuevamente contra McKinley, así como en la elección de 1908, perdiendo en ambas ocasiones.
En resumen, los personajes de la obra se asocian a los protagonistas de la contienda política de la época de la siguiente forma:
·    Oz: Es la abreviatura de onza, la medida para el oro y la plata.
·    Dorothy: Representa al pueblo, a los valores americanos tradicionales.
·    Espantapájaros: Los agricultores, quienes no podían entender su situación o intereses políticos.
·    León cobarde: William Jennings Bryan, con un rugido ruidoso pero poco poder político.
·    Leñador de hojalata: Los trabajadores industriales, oxidados y trabados desde la depresión de 1893.
·    Brujas Buenas: El potencial de la gente del Norte y el Sur.
·    Malvada bruja del este: Los banqueros del este.
·    Malvada bruja del oeste: Los empresarios industriales.
·    Mago de Oz: William McKinley, como presidente de los Estados Unidos.
·    Munchkins: Ciudadanos del este.
·    Camino de ladrillos amarillos: Patrón oro.
·    Zapatillas de plata: Patrón plata.


A pesar que la libre acuñación de plata no se dio, el objetivo de los populistas se alcanzó cuando se descubrió oro en el Yukón canadiense y en Sudáfrica, provocándose así la expansión monetaria y la inflación que estos querían.

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