De ganas, paradigmas y parálisis ...
¿Quién no ha estado en una de esas situaciones en las que se quiere que suceda algo con tantas esperanzas que deja que esa situación -consciente o inconscientemente- nuble su sano juicio? En no pocas de estas ocasiones buscamos en los más pequeños detalles razones “de peso” para darnos más esperanzas, para justificar -si es el caso- la decisión tomada o la que no tomamos. Esto podríamos catalogarlo como parte de nuestra naturaleza, como una más de nuestras debilidades, sin embargo, a veces llegan a un nivel tan penoso que incluso caemos en el autoengaño, y después de un tiempo, pretendemos también engañar a aquellos que nos rodean. Una situación como esta es la que ha venido ocurriendo durante los últimos dos años en nuestro país con relación a la situación cambiaria, ¡y no es para menos!, el paradigma de que el tipo de cambio siempre debería subir encuentra justificación en un cuarto de siglo de minidevaluaciones. Solo para recordar, los paradigmas nos permiten aplicar una